PROPUESTA EDUCATIVA

Somos una comunidad educativa católica, que desde la espiritualidad de los Sagrados Corazones, contribuye con la formación integral y de calidad de nuestros estudiantes. Por ello nuestra propuesta educativa se basa en el siguiente modelo pedagógico :

• Social, porque nuestros estudiantes aprenden a construir sus aprendizajes a partir de un trabajo colaborativo, partiendo de situaciones contextualizadas que le permitan relacionar el entorno con los nuevos aprendizajes.

• Crítico, porque apuntamos hacia el desarrollo del pensamiento crítico y la finalidad de que el estudiante plantee soluciones y busque transformar la sociedad.

• Humanista, porque nuestra propuesta se centra en la persona, por ello buscamos desarrollo integral de los estudiantes en las dimensiones Física, Psicológica, Espiritual Social.

Para el desarrollo de estos tres aspectos es muy importante que los padres de familia asuman plenamente el proyecto educativo del colegio, como parte de la educación católica que promovemos y que está impregnada del carisma y espiritualidad de los Sagrados Corazones, pues estamos convencidos que la educación de sus hijos e hijas depende de un trabajo en conjunto con las familias.

Propuesta Educativa DE LOS SSCC

Escuela de Familia

Los padres de familia tienen la oportunidad de participar en la escuela de familia, que se realiza desde un enfoque de formación católica, acorde con el proyecto educativo del Colegio y desde un enfoque psicopedagógico. Para los padres de familia cuyos hijos ingresan al Colegio la participación es obligatoria.

Departamento Psicopedagógico

Se encarga de apoyar y evaluar a toda la población escolar orientando en forma permanente a la comunidad educativa para facilitar el desarrollo óptimo de nuestros alumnos. Sirve de fuente consultiva y asesoramiento en el desarrollo formativo y psicológico a través de distintos programas que buscan promover la salud mental, bienestar psicológico integral y buen clima institucional.

Para ello cuenta con un equipo de psicólogos que se encargan de los distintos grados y de una maestra especializada en problemas de aprendizaje que se encarga de profundizar en los casos que lo ameriten.

Deportes

La práctica del deporte, dentro y fuera del horario escolar, tiene como finalidad organizar, incentivar y promover la actividad deportiva entre nuestros alumnos. El fomento del deporte se realiza durante todo el año, con actividades y propuestas diversas, que atienden a las necesidades físicas, biológicas y volitivas de nuestros estudiantes.

Nuestro deporte interno descansa en dos grandes pilares que son: La Olimpiada Recoletana y los talleres deportivos de formación:

OLIMPIADAS INTERNAS. Todos los alumnos del Colegio participan en las olimpiadas internas. Las competencias se dan a nivel de colores y cada grado es una categoría.

TALLERES DEPORTIVOS. Los talleres deportivos tienen como objetivo lograr que nuestros alumnos de Inicial y Primaria, desarrollen sus capacidades motrices, de una manera lúdica, recreativa y formativa que beneficiará y estimulará su desarrollo integral.

SELECCIONES DEPORTIVAS DE ADECORE Y OTROS. Los alumnos con mejores condiciones para la práctica de uno o más deportes serán convocados a formar parte de las preselecciones y selecciones deportivas del Colegio. Es un honor, en principio irrenunciable, ser convocado a representar al Colegio. El alumno que forma parte de una preselección o selección, con la autorización de sus padres, se compromete a asistir a todos los entrenamientos y competencias deportivas, tanto las de ADECORE como otras en las que se inscribe el Colegio.

Movimiento Scout

El colegio, fundado y dirigido por sacerdotes franceses de la congregación de los Sagrados Corazones, es considerado como la cuna del resurgimiento scout en el Perú, ya que a él se debe que hoy podamos contar la Historia del Escultismo peruano.

La Primera Brigada del Perú se crea en 1910 en el "Colegio Inglés" de Barranco, alcanzando gran desarrollo durante 10 años. En 1921 se registran 85 brigadas con 5 000 scouts inscritos, pero en 1930 el movimiento languideció notoria y sensiblemente.

Es en 1932, que el rector del Colegio de los Sagrados Corazones Recoleta, encarga al padre Lázaro Rouy la organización de la Brigada en el colegio, dada su experiencia en el liderazgo scout en Valparaíso, Chile, convirtiéndose de esta manera en gestor del resurgimiento del escultismo en el Perú.

Pero en 1933 es un año digno de recordarse, pues traza un hito de oro en la historia scout del Perú; el acogedor balneario de Barranco acuna a la Primera Manada, creada en el Colegio de los Sagrados Corazones, constituyéndose en la Primera semilla del lobatismo mundial en tierras peruanas. El encargado de la creación de la Manada fue el padre Benito Le Garrec. Así el 9 de abril de 1933, en sencilla ceremonia, como todas las cosas grandes, hicieron su promesa el Padre Benito Le Garrec y el señor Alfredo Figueroa Coello, primer dirigente de manada. Luego se procedió a la investidura y promesa de 19 niños de 8 a 12 años, distribuidos en tres seisenas: Blanca, Gris y Negra.

Apadrinaron la ceremonia don Jorge Rosenthal y señora. La ceremonia concluyó con las palabras de Juan Luis Rospigliosi y Gómez Sánchez, fundador del escultismo ´peruano.

Los lobatos vestían un uniforme compuesto por pantalón corto, medias debajo de las rodillas, boina con un distintivo y pañoleta con los colores verde y rojo, de la Brigada Recoletana.

Para cerrar con broche de oro el año 1933, un 11 de octubre, se siembra la semilla del roverismo en el Perú, nuevamente por feliz iniciativa de la Brigada Recoletana.

Al colegio, le cabe el honor de haber contado entre los miembros de su tropa, allá por los años 1953 y a los 42 años de la fundación del escultismo en el Perú, el más alto rango que scout alguno pueda alcanzar durante su vida de capacitación, cual es el de Caballero Scout del Perú, recaído en cuatro de sus integrantes: Carlos Lozada Legrand, José Larrabure Salom, Víctor Palma Valderrama y Carlos Garatea Yori, habiendo pasado por las filas de los lobatos Lozada, Palma y Garatea.

El grupo scout "La Molina 1" es uno de los grupos más extenso en todo el Perú, semillero de grandes personajes del quehacer social y político del Perú.

Propuesta Educativa DE LOS SSCC

1. Educamos desde la experiencia comunitaria del amor de Dios
Educamos en y desde la fe, como parte de la misión de la Iglesia, en conversión continua y en relación de cercanía afectiva con Dios que nos creó y nos amó primero, en la certeza del amor que Dios nos tiene (cf. 1 Jn 4, 7ss.). Cuidaremos así de la creación y de cada ser humano. El sello religioso impregna la totalidad del proceso educativo para que las personas puedan descubrir la centralidad de Jesucristo para sus vidas. Desde esta perspectiva son comprendidas y vividas en su exacta dimensión la celebración de la fe, las verdades cristianas y las actitudes evangélicas.

2. Asumimos los criterios de Jesús
Buscamos asumir el estilo pedagógico de Jesús, siendo acogedores, compasivos, responsables, alegres y críticos; vivimos atentos a sus sentimientos, actitudes y criterios, que inspiran nuestro actuar pedagógico (cf. Flp 2, 5ss.).

3. Vivimos en espíritu de familia
Nos sentimos llamados a ser amigos y hermanos según las palabras de Jesús: "a ustedes los he llamado amigos" (Jn 15, 15) y "ustedes son todos hermanos" (Mt 23, 8). Queremos que en todas las organizaciones de los alumnos y las alumnas, de sus padres y apoderados, de los trabajadores del colegio, se establezcan relaciones inspiradas en la comunidad de Jesús. Todos debemos esforzarnos por ser comprensivos unos con otros, sabiendo que cada persona es portadora de la bondad de Dios. La comunidad educativa se va transformando entonces en familia y escuela de servicio.

4. Respetamos a cada ser humano
Respetamos y valoramos a cada persona, sin ninguna discriminación; tratando a los otros tal como lo haría Jesús. Nos empeñamos en proteger y en defender la dignidad de cada uno. Trabajamos por el desarrollo integral de la persona, ayudando a formar con hondura su corazón. Animamos la esperanza para que cada uno reconozca su vocación, transformándose él mismo y transformando el mundo (cf. Rm 12).

5. Acompañamos los procesos
Procuramos ser acompañantes del desarrollo humano y del crecimiento cristiano; que acogen, interpelan y estimulan. Queremos dejar crecer en libertad, de tal modo que cada persona acoja desde sí misma la gracia de Dios, abriéndose a la acción del Espíritu que "sopla donde quiere" (Jn 3, 8). Suscitamos la confianza en medio de las vicisitudes, con la certeza en la acción providente de Dios en nuestras vidas.

6. Estimulamos la calidad
Estimulamos a todas las personas a que crezcan responsablemente de acuerdo a los talentos recibidos. Valoramos la especificidad de cada uno y la diversidad de todos. Promovemos una adecuada integración de las diferentes áreas del proceso de formación. Anhelamos calidad en las personas, calidad que supere la simple excelencia académica y que se oriente hacia la excelencia de una vida cimentada en Jesucristo (cf. 1 Co 3, 11), quien gastó su vida por nuestro bien.

7. Cultivamos la oración y la liturgia
Motivamos a las personas a vivir la experiencia de intimidad con Dios. Sabemos que sin Jesús no podemos hacer nada (cf. Jn 15, 5). En la oración atesoramos el silencio, escuchamos a Dios, nos abrimos a su acción, alabamos, damos gracias, pedimos perdón o intercedemos por los demás. Iniciamos en el aprecio por la eucarística y la adoración, participando de las actitudes de Jesús ante su Padre y ante el mundo.

8. Formamos desde la opción por los pobres
Hacemos nuestra la opción de la Iglesia por los más pobres, comprendida como cercanía a los pobres y lucha contra la pobreza. Nos hacemos cargo de la situación de la sociedad, especialmente de las circunstancias marcadas por la injusticia, la desigualdad y la exclusión. Con conciencia crítica y mirada esperanzada procuramos aproximarnos a diversas situaciones sociales para sensibilizarnos y solidarizarnos. Encontramos motivos en el mismo Jesucristo que vino a anunciar la Buena Noticia a los pobres (cf. Lc 4, 18); reconocemos a Cristo en los rostros de los pequeños (cf. Mt 25, 31ss.).

9. Enseñamos a amar al Perú
Educamos para el compromiso con el país. Reconocemos que somos un país de todas las sangres, en su belleza natural, su patrimonio histórico y su diversidad cultural. Educamos a las personas desde, en y para el Perú, siendo conscientes de la necesidad de promover la formación de las personas en el ejercicio de la ciudadanía en democracia y el respeto a los derechos humanos. Educamos para la convivencia en un mundo global, a través del reconocimiento, el respeto y la valoración del pluralismo político, cultural y religioso, asumiendo los valores del Evangelio en la propia vida.